En toda profesión existen los códigos. Estamos acostumbrados tato a rituales de iniciación, como al uso de códigos secretos de conducta que debemos de respetar a ultranza. Y de esos códigos, muchos de ellos propios de "machos" que lo soportan todo con hidalguía, parten muchas (y se soportan) injusticias y toda clase de abusos y opresiones.
Muchas veces hemos callado, nos hemos "tragado el sapo" (como comúnmente se dice) y habiendo sido abusados al extremo, nos sentimos muy dignos de haber respetado los códigos. Pero esto en realidad es una antítesis de la dignidad, porque si te han ultrajado y no te defendiste ¿en dónde puede caber la dignidad? No tiene sentido. Luego decimos: "todo da vueltas", "si me peleo, me cerraré varias puertas", "ya se darán cuenta"... Pero ni la una, ni la otra frase son ciertas: estas personas jamás consideran que eres una persona, que eres un profesional y que les serviste, les fuiste muy útil.
Entran en una situación estúpida y altanera (ignorante diría, prepotente, diría), en la que te dicen "te beneficiaste del medio", "de ahora en adelante, mejor paga tu espacio o deja algo para el medio" Entonces ¿acaso no se trató de un trabajo? ¿O es que no vales ni un cuarto de bosta para estas personas?. Bueno, esa es la verdad. Para ellos no vales, ni significas nada, así te sonrían de vez en cuando o te den palmaditas.
Para ellos, solo les eres útil para llenar un espacio al aire y todo lo que acuerden contigo será unilateral, porque lo quebrarán cuando les plazca y de la forma que les plazca. El respeto es algo que para ellos no existe o no sirve para nada, como tampoco les servirás en los momentos de carencias, de baja económica, recesión o porque ya les caíste mal. Y como no conocen nada de radio, pues es para ellos, lo mismo poner un mono, una mochila o a una foca frente al micrófono (y claro, no pagarles un centavo).
Son muchos estos casos. No les importa si tienes familia qué mantener, no les interesa si tu trabajo fue bueno o sobresaliente. Lo único que les importa es el momento y si en el momento hay dinero estarán allí y si no lo hay, Tú no estarás allí.
Lo cierto es que no sé para qué debemos de respetar los códigos en casos como éstos. No merece la pena. Lo que merecería la pena, es que no existan más dueños, que no sepan nada de hacer radio.
Ya les contaré algunas cosas malolientes que sucedieron hace muy poco...
LUCHO QUIROZ
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