lunes, 7 de septiembre de 2015

jueves, 6 de agosto de 2015

LA RADIO QUE NO NOS DEJA SER

Existen muchas formas de hacer radio. Más allá de que se afirme que todo ya está creado o inventado o todo lo contrario; existe esa radio que no nos permite ni desarrollar nuestras capacidades, ni ser lo que somos o podemos ser. Esa es la radio que mata el talento. Esa es la radio que se deshace, pero que al estar rodeada de símiles; no descubre que su fórmula está ya caducada o que simplemente, lo suyo no es hacer radio.

TODO PARTE POR LA "CABEZA"

La radio no está fuera del grupo de empresas que terminan siendo lo que son, gracias al criterio, actitud o formación que tiene y que proyecta su dueño y/o Gerente. No hay radio que no sea su reflejo y la felicidad o desazón de sus integrantes, también. En nuestro país existen miles de ejemplos que nos dan la razón en esta conclusión.

En las ciudades del interior de nuestro país, se dan los casos de abuso extremo más cotidianos que pueda haber en el tema de radio, las faltas de respeto mas duras, la carencia de criterio, el uso de lo que "se cree que es" por lo que realmente es, la nulidad del sentido común, la absoluta carencia de valoración hacia la profesión del locutor, productor y programador, así como de su trabajo, etc. Existe, entonces, en miles de radios del interior de nuestro país; una especie de mando "patriarcal" en los medios de comunicación, que no es nuevo, pero que ha perjudicado a miles de futuros talentos, clientes, fans, locutores experimentados y en general; a la radio en sí, como ente emisor y portador de entretenimiento, información (y cada vez menos) cultura.

Muchas personas con talento fueron dejadas de lado, maltratadas, ofendidas y explotadas, por preferencias personales, desprecio, falta de criterio, "amiguismo", etc.

Existen, claro está, honrosas excepciones. No hay duda de ello.


EL TEMOR DE NO PODER SER MÁS

Nuestro país está plagado de gent frustrada, con enormes complejos de inferioridad, inseguridad extrema y eso genera que quienes estén al mando de una radio, impongan siempre ideas que les acomodan y no las que son necesarias. Son personas que no avanzaron más en esta profesión y que por sus propios temores, tampoco quieren que otros profesionales puedan hacerlo. Saben que no pueden lograr más, pero se aferran torpe y tercamente a técnicas y usos que ya no dan resultado. Peor aún, cuando son an cambiantes, que realizan modificaciones casi todas las semanas, precisamente, porque no tienen ni idea de lo que están haciendo o porque no saben planificar y redundan todo el tiempo en la misma estrategia. Esas personas solo le hacen daño a la radio y a los nuevos talentos, que son quienes absorven esa forma tan equivocada de hacer radio.

Sumado a esa actitud tan negativa, estas personas, tratan de opacar al máximo a quienes, detectan (o saben) que tienen mayores conocimientos y que pueden realizar un mejor trabajo. Estas personas, en lugar de tratar de innovar mediante su propia creatividad, de aprender de otros profesionales con mayores conocimientos, simplemente se "cierran" en sus propias ideas y más que en indicadores y estudios probativos, en sus creencias personales y en percepciones basadas en lo que les comentas amigos, conocidos, algunos clientes y lo que ellos pueden deducir o intuir, mientras, por ejemplo, caminan por la calle.


LOS "MATA MERCADOS"


En nuestro país, el tema de otorgamiento y concesión de frecuencias, se politizó tanto, que hoy existen demasiadas radios, por cantidad de personas en un distrito o provincia. Es la verdad. Desde allí, nos damos cuenta quién comenzó a "matar" el emrcado en donde hay radios. Es que este tema, no se estudió debidamente, ni se aplicó con coherencia alguna política para que se operen frecuencias a nivel nacional. ¿Cómo es posible que en capitales de región, se cobre entre S./. 60.00 y S/. 200.00 por un pauteo rotativo al mes por concepto publicitario en una radio (como promedio)? No se trata solamente de la nula cultura empresarial en nuestro país, en donde a la publicidad se le toma como una inversión clave, fundamental, para e desarrollo de una empres o negocio y por ende, del mercado en sí. Se trata de que hay demasiadas radios en todos los mercados a nivel nacional. También tiene que ver, que miles de personas "soñaron con la radio propia" sin tener ni la menor idea de lo que hacer radio implica. He conocido dueños de radio que por ejemplo, vendían golosinas en la puerta de un colegio, a pescadores, vendendores en mercados, dueños de abarrotes, etc. Eso, claro está, sin quitarles la dignidad del trabajo que tienen y practican. El enfoque va por el lado de que son personas con una visión muy diferente de lo que es la radio y de lo que hace en la radio. Son personas que al final, harán cualquier cosa en lugar de algo que valga la pena, en un área que no conocen y que jamás querrán aprender. Cuando alguien que tiene conocimientos se acerca, ellos seguirán pensando que la radio es lo mismo que leer un periódico, tomar una sopa o atarse los cordones del zapato. Digamos, que no cambiarán su manera de proceder, ni su actitud, ni aceptarán lo que se les dice, porque antes de eso; escucharán con mayor atención a sus amigos personales o a algún "empleado de confianza" (que son las rémoras más inútiles en casi todas las radios del país) y todo seguirá igual o peor. Estas personas, le darán espacios (sí, en la radio) a sus amigos, primos y a cuanto estafador aparezca. Tambén le darán el cargo de "administrador" o "programador" a otras tantas personas que tampoco conocen del tema, etc. Conclusión: ni cualitativamente, ni cuantitativamente, esas radios serán buenas.

No comprendo porqué no se establece que deba de haber, por ejemplo, una radio cada diez mil personas en distritos con poblaciones entre 50 y 100 mil habitantes y una radio cada 50 mil personas, para poblaciones desde 100 hasta 900 mil habitantes. Las poblaciones con más de 900 mil habitantes, tendrían el número indefinido de frecuencias. De esta manera, se asegura la preservación del mercado y se aumentaría la competitividad. Ir más allá en esta materia, sería descolocar el orden democrático y la libertad para poder emitir opiniones. 

Pero los "mata mercados" son muchos. Miles. Y son cada dueño de radio que tampoco apuesta por pagar un sueldo a su trabajadores. Y la fórmula mágica en casi todas las radio del país es: "publicidad libre por tu trabajo". Y así es como, el locutor desesperado por no conseguir publicidad (el locutor no debería de ser vendedor), "se tira al suelo" y regala la publicidad por un monto muy bajo. Esto produce que otros locutores hagan lo mismo, que el dueño de la radio (en algunos casos) se acerque al cliente y literalmente; le robe el cliente al locutor ofreciendo un monto menor y con el tiempo, en ese mercado, habrá publicidad, pero que no servirá de nada, económicamente hablando, pra quienes trabajan en ella.


Ese es nuestro país, maravilloso de verdad, pero extraviado en el tema de la radio. Abundante en talento y creatividad, pero con opresores, mesquinos, atarantados, frustrados, inseguros, resentidos y acomplejados hasta la médula "encargados" y/o dueños d radios. No todos, felizmente. Pero lamentablemente, gente que nada tiene que hacer en el lugar donde están. Esa es la radio que no nos deja ser.